Si has padecido una lesión por culpa de otra persona o entidad, es posible que puedas reclamar una indemnización por los daños y perjuicios que hayas sufrido. Sin embargo, no todas las lesiones son indemnizables, sino que deben cumplir ciertos requisitos legales. En este blog te contamos qué lesiones se pueden indemnizar en Illinois y cómo puedes obtener la mayor compensación posible.
Lesiones personales
Las lesiones personales son aquellas que afectan a la integridad física o psicológica de una persona, como fracturas, quemaduras, cicatrices, estrés, ansiedad o depresión. Estas lesiones pueden ser provocadas por accidentes de tráfico, caídas, mordeduras de perro, productos defectuosos, negligencias médicas, agresiones o abusos, entre otros.
Para que una lesión personal sea indemnizable, debe probarse que hubo una conducta negligente, imprudente o intencional por parte del responsable, que causó la lesión y que generó unos daños específicos y medibles. Además, la reclamación debe presentarse dentro del plazo de prescripción, que en Illinois es de dos años desde la fecha de la lesión.
Lesiones laborales
Las lesiones laborales son aquellas que se producen en el ámbito del trabajo, ya sea por un accidente, una enfermedad o una exposición a sustancias peligrosas. Estas lesiones pueden afectar a la capacidad de trabajar, a la salud o a la calidad de vida de los trabajadores.
Para que una lesión laboral sea indemnizable, debe probarse que se produjo en el curso o con ocasión del trabajo, que causó una incapacidad temporal o permanente, parcial o total, y que requirió de asistencia médica. Además, la reclamación debe presentarse dentro del plazo de prescripción, que en Illinois es de tres años desde la fecha de la lesión.
¿Cómo obtener la mayor indemnización?
Para obtener la mayor indemnización por una lesión, es esencial contar con el asesoramiento de un abogado especializado en lesiones personales o laborales, que pueda evaluar tu caso, recabar las pruebas necesarias, negociar con la parte contraria o la aseguradora, y representarte en el juicio si fuera necesario.
Un abogado podrá reclamar por todos los conceptos que te correspondan, como gastos médicos, salarios perdidos, daño moral, daño estético, pérdida de oportunidades, etc. Además, podrá defender tus derechos frente a posibles defensas o limitaciones que puedan alegar los responsables, como la contribución de la culpa, el límite de responsabilidad o la inmunidad soberana.